Llegó el día…

Antes de que sonara el despertador, nos levantamos. Serían las 6 de la mañana, puede que un pelín antes. Volví a ducharme como me dijeron, recogimos las cosas y nos fuimos al hospital. No había ni claridad en el cielo… Llegamos y obviamente el hospital estaba cerrado. La única opción que teníamos era esperar en urgencias, así que allí estuvimos hasta las 07:00.

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A esa hora entramos por admisión. Una chica me llamó, me hizo firmar los últimos papeles y me dijo que esperara en la sala de espera que venían a recogerme, que era la primera para quirófano ese día con el Dr.Ribas.

Me recogieron y bajamos a la planta de quirófanos. Una vez allí, nos pasaron a una habitación donde debía de cambiarme y vendrían de nuevo a buscarme. Me quité mi ropa y al abrir las «braguitas» que te dan, mamá y yo montamos escándalo. Ahí cabían 3 como yo pero se ajustaban y quedaban divinas…Entre risas y aguantando el llanto de ver su cara, me puse mi bata y me marqué un paseillo, eso sí…. LOS CALCETINES PUESTOS!!!!

La verdad, no tardaron mucho en venir a por mí. Me despedí de mamá y me subí en la camilla, a lo que el celador al verme los calcetines me dijo: «Los calcetines fuera señorita!» Puse cara de puchero y le dije que era muy friolera, a lo que me respondió que me iba a poner muchas mantas, que no me preocupara entre risas.

Bien, tumbada en la camilla empezamos a rodar. Mamá me dice adiós con los ojos empapados en lágrimas y yo, «la fuerte» diciéndole adiós como las princesas y sonriendo. En ese tramo mi celador, me decía que estaba muy tranquila, yo le dije que no, pero que no quería que se me notara. Por el camino íbamos robando mantas porque me lo había prometido!!

Me dejó en una sala donde te preparan antes de entrar a quirófano, y aquí, hubiera pagado por tener una cámara. Estábamos como 6 mujeres separadas por cortinas y sólo podía ver a las de enfrente. Cuando las fueron trayendo si las ví porque estaba sola y aún no me habían puesto la cortina.

A una de ellas, que estaba allí para que le quitaran un quiste del ovario, le preguntaban qué ovario era y ella decía que no lo sabía. Como comprenderéis, yo flipaba porque supongo que antes de meterte en un quirófano te enteras de qué te pasa y qué van a hacerte.

Otra de las mujeres que me me rodeaban, no recuerdo exactamente a qué cirugía iba a a someterse, pero sí que era para algo sencillo. La pobre lloraba y lloraba como una niña pequeña.Frente a mí otra chica igual. A todo esto que veo que mi enfermera viene con el cargamento de botes, vías y agujas y le digo: «no he hecho caca esta mañana… ¿aquí no puedo ir al baño?» A lo que ella de responde: ¿Tienes ganas? Y yo le digo: La verdad es que no…. Y ella me dice: pues no te preocupes no pasa nada!!!!

Pues vale! Empieza a enchufarme drogaina (como la llamo yo) y pasaba el tiempo y yo me notaba igual… Empiezan a sacar a la gente de esa sala y me quedo sola con mi enfermera a lo que escucho: Oye! Como va mi paciente!! Que ya mismo vamos!! Empezó a entrar el neuro, me preguntó: ¿que pierna es? me hizo unos dibujos en la pierna, entró el cardio, demás médicos… Se presentaron todos!!!Todos me hacían la misma pregunta ¿qué pierna es? yo pensaba que no lo sabían, y no, parece que es algo que hacen y ellos saben el por qué. Por último tras preguntar por mi otra vez desde lejos, viene mi trauma y me dice: Dime el número de tu madre que la llame, para decirle que la operación empieza ahora. La llama y se va de nuevo. Vuelve al rato y me dice ya sí, que nos vamos!! Le dije que por favor llamara a mamá de nuevo y así lo hizo una vez me tumbaron en la mesa de quirófano. Serían como las 10 de la mañana, yo había perdido por completo la noción del tiempo pero sabía que era tarde.

Pues bien, viene mi celador a por mi, me lleva hasta el quirófano. Cuando entro allí había un montón de gente, estaban abriendo el material organizando y de repente vienen a cogerme para ponerme en la mesa de quirófano, los paré y les dije que yo podía subirme sola. Se ve que la drogaina a unos les hace mas efecto y los tienen que poner ellos en la mesa. Cual monillo me levanté me tumbé en la mesa y pedí que me taparan.

Una de las chicas que había me dijo que iba a poner música, que me relajara. El neuro me tocaba la pierna haciéndome cariñicos, un hombre me desinfectaba la frente donde iban a colocarme no se que aparato para controlar los nervios, y por la cabecilla asomaba el anestesista que me confirmaba que era anestesia general y que era no se si de Cádiz o de Sevilla. Empezamos a reír diciendo las expresiones de otras ciudades, y resulta que otro trauma que había allí aprendiendo era también de Granada, entre lavin compae, pisha y mi arma, rompimos un poco los nervios, me colocaron las manos abiertas sobre unos soportes laterales y mi anestesista apareció otra vez por la cabecilla me dijo que iba a ponerme la mascarilla, que al principio respiraría oxigeno y de inmediato saldría el gas. -Piensa en algo bonito (me dijo), con lo que te duermas pensando es con lo que vas a despertarte.. – ¿Ya? -Sí! -Pues vamos. Me acarició un poco el moflete mientras me puso la mascarilla y me dormí.

Me desperté sonriendo como nunca mientras salía justo por las puertas de quirófano. Corriendo me agarré la pierna para asegurarme que todo había ido bien y el celador me decía: – acabamos de salir, todo ha ido perfecto, vamos un rato a una sala donde tendrás que estar 2 horas. Yo solo sonreía y asentía con la cabeza. Me metieron en la misma sala de la que os hablaba al principio. Ahí empecé a temblar mucho de frío y se lo dije, corriendo me trajeron una máquina con un tubo que echaba aire caliente. Tardé un minuto en sonreír de nuevo.

Estaba súper rara, me notaba como ida pero era consciente de todo. No podía parar de sonreír!!! Vino mi enfermera y me preguntó que como estaba. Le dije que me encontraba muy bien, que me quería ir de allí. Me preguntó sobre el dolor y le dije que tenia el mismo que antes de entrar a quirófano. Me dió con el bolígrafo en la planta del pie y corriendo lo encogí. Sonriendo me dijo que tenía que estar dos horas ( ya me lo habían dicho pero no lo recordaba). Le dije: – Vale!! y cerré los ojos.

Volví a abrirlos y estaba a mis pies apuntando cosas. Le dije que yo quería irme ya de allí que me encontraba bien. Me dijo que vale, que iban a venir a por mi para hacerme una radiografía y me iba a planta.

Así fue, mi celador me llevó a rayos. De ahí lo único que recuerdo es estar mirando las repisas de material y leer los nombres de todo pero no recuerdo el momento de la radiografía. Me subieron a planta, yo seguía con mi sonrisa de oreja a oreja. Salimos del ascensor y me dice: -¿ Te suena un chico cor barba? – Si!

Mi amigo estaba en la puerta de mi habitación esperando. Cuando lo ví le dije: – ¡Quiero una hamburguesa!!!!!!! Me dejaron claro que no podía comer aún. Le dijeron que se esperara fuera y me cambiaron a mi cama en la habitación. De ahí tampoco recuerdo nada, recuerdo verlos sacar un aparato que se pliega, metérmelo por debajo del cuerpo y de ahí ya estar tumbada en mi cama.

Entró mi amigo y le dije que estaba de puta madre, que me diera un abrazo. Él me dijo que como supuestamente tenía que estar dos horas abajo y les habían dicho ya que estaba todo perfecto, había mandado a mi madre a comer, con una prima suya que vino desde otro pueblo a 2 horas de camino a estar con ella. La llamó y mi madre la pobre sin comer vino como si llevara dos años sin verme.

Aquí debo hacer otra puntualzación. Yo me vi llena de cosas. Me habían sondado una vez dormida, y no se nota nada. Llevaba una faja puesta que previamente había tenido que comprar, con unas placas de hielo metidas debajo de la faja en la zona de la operación. En el brazo tenía medicación y morfina. La morfina tiene un botón. Normalmente va saliendo morfina cada x tiempo y ese botón solo es por si necesitas mas dosis, lo pulsas y te la da. Yo sólo utilicé ese botón una vez y fue unas horas después de la operación.

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Esta es la faja, lo que asoma son las placas de hielo y el tubo amarillo, es la sonda.

Yo desde mi experiencia, no puedo decir nada malo. El trato fue tan cercano, cuando me desperté, todo fue tan bien… Supongo que cada uno tiene un umbral del dolor diferente. Que no todos afrontamos de la misma manera las mismas situaciones. Pero lo que si es cierto es que TODO es soportable!!

Continúo con ese día.

Según me cuentan, yo no paraba de hacer preguntas y de decir que quería ducharme. Tenía sangre en el pelo. En esta operación te explican que pierdes mucha sangre, pero que tienen como un sistema de «reciclaje» de sangre, que conforme sale, se limpia por así decirlo y te la meten de nuevo, en vez de hacerte transfusiones de otra persona ( siempre es mejor la de uno mismo). En mi caso la operación en vez de 3h como suele durar, duró hora y 45 minutos. Cuando abrieron, se encontraron la cadera aún peor de lo previsto y gracias a que tengo «buen hueso» se pudo hacer sin complicaciones y sin apenas perder sangre tampoco.

El día pasaba y yo seguía diciendo tonterías y repitiéndolas. Me trajeron la cena y en cuanto la olí tuve que pedir que se la llevaran. Ese es otro efecto de la morfina. La comida te da mucho asco.

Llegó la noche y mi amigo y mamá abrían la cama de mamá. Mientras la abrían, yo los grababa diciendo gilipolleces porque el colocón era descomunal!! Mi amigo se fue a su casa y nosotras a dormir….

Publicado por misscaderas

Soy una chica de 28 años con displasia en ambas caderas y choque femoroacetabular . Como bien sabréis los que hayáis llegado hasta aquí, poco se encuentra sobre este tema en Internet, y más en personas jóvenes. No me dedico a la medicina. Aquí os contaré mi historia sobre el antes y después de mi operación, curiosidades que supongo a todos los que sufrimos dolores con la displasia nos interesan e intentaré ayudar a encontrar soluciones a quien las necesite. El tema de que mi url lleve lo de fitness , es cosa de la página y de lo poco que entiendo de esto! :)

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